El equipo de competición es una gran oportunidad para aquellos bailarines que quieran ir más allá en su formación.
Aun así, creemos que la excelencia en la danza no puede basarse únicamente en disciplina y ejecución de un material propuesto y por eso trabajamos desde el amor por la profesión educando a los alumnos, además de en la técnica, en la creatividad, la autonomía y la deportividad.
Compartir la danza con otras escuelas, profes y bailarines es una manera de formarse plural que va más allá de las aulas.
Es una oportunidad para conocer grandes profesionales, pisar nuevos escenarios, convivir con gente nueva, conocer nuestros límites y descubrir formas de hacer. Cada pieza que creamos para nuestros equipos está pensada especialmente para ellos y sus necesidades, fomentando siempre la autoexigencia y no la rivalidad.